miércoles, 21 de noviembre de 2012

Enseñando a señalar



ENSEÑANDO A SEÑALAR.

La conducta de señalar es el primer gesto verdadero que tiene extraordinaria importancia en comunicación porque tiene características de ser intencional, intersubjetivo y simbólico.

La enseñanza de la conducta de señalar equivale a mejoras en la conducta, y calidad, comunicativa de los niños. 
Mediante la conducta de señalar el niño puede: 

1. Atraer la atención de los demás sobre objetos o acontecimientos que previamente han interesado al niño. 

2. Comprender el significado de este gesto cuando lo hacen los demás y seguir con la mirada la dirección que marca el adulto.
 
3. Utilizar conductas de contacto acular coordinadas con los gestos, en qué se combina la atención con la otra persona. 

4. La acción gestual del niño está abierta a la intervención de otra persona, y mediante su mirada hace explícito, por un lado, a qué persona va dirigido el gesto y, por otro hacia qué objeto quiere que se oriente esa persona. 
5. comprender que, para que sea efectivo, el adulto tienen que verlo. 

-Algunas razones para enseñar a señalar al niño pequeño con T.G.D.: 

Los niños con T.G.D., tienen dificultades con todos los códigos de comunicación, no sólo con el habla, sino también con los códigos no verbales, entre ellos la expresión facial y el contacto ocular. 

Una de las razones más importantes para enseñar la conducta de señalar es que podemos conseguir que el niño se dé cuenta que la comunicación (hacer señales a otras personas) puede serle muy útil y proporcionarle satisfacciones de sus deseos.
 
La conducta de señalar proporciona al niño la señal más fácil que le posibilita para obtener resultados rápidos. Podemos ayudarle a dominar un gesto con esa característica. La manera más eficaz de conseguir estos resultados es atenderle significativamente cada vez que señala. 

El dominio de un gesto tan versátil como la conducta de señalar, que puede ser usado en distintas situaciones, facilita que el niño indique lo que desea sin necesidad de recurrir a signos o palabras. 

El niño puede usar efectivamente el gesto de señalar incluso cuando no sabe que los objetos tienen nombres. La enseñanza de signos o palabras exige ese conocimiento previo. 

Al igual que ocurre durante el primer año de vida en el niño normal, los gestos, las expresiones faciales y la mirada deben constituir algunos de los procedimientos más importantes empleados por el niño pequeño con autismo para especificar sus intenciones. 

Sólo usándolo se puede aprender a usar el gesto de señalar. 

Los adultos van a atender y entender de forma más inmediata y efectiva las demandas del niño pequeño con autismo en cualquier situación. 

La conducta de señalar prepara, y puede facilitar, al niño para el mundo de las palabras y para un vocabulario amplio y variado. Es un medio efectivo de conseguir, de manera relativamente temprana, que el niño pequeño con autismo aprenda a regular la conducta de los adultos que le rodean y, en la mediad de sus posibilidades, a mostrar conductas comunicativas más relevantes como las conductas de atención conjunta. 



-Secuencia de pasos en la enseñanza de la conducta de señalar 

Ésta secuencia establece cinco momentos de enseñanza, (Elizabeth Newson, 1998):

Tocar señalando: 

El objetivo esencial es que el niño se acostumbre y, por tanto, llegue a adquirir el hábito de conseguir lo que desea mediante el acto de tocar-señalar. Esto ayudará al niño a ser más consciente de su dedo índice. 
Debe modelarse la conducta de señalar mediante el uso del índice. El modelamiento se debe hacer sin forzar y de forma rápida pero consiguiendo que el niño toque la imagen o objeto en cuestión. Es más importante tocar que nombrar. 

Señalando a distancia: 

Es un gesto más abstracto y con un contenido más social en la medida en que puede ser usado para solicitar ayuda. 
Para su enseñanza deben escogerse objetos atractivos y que el niño pueda ver fácilmente a poca distancia; pero que no pueda alcanzar. 
Esperamos que intente alcanzar uno de los objetos. En ese momento, tomamos su mano y modelamos conducta de señalar (sin tocar el objeto). Se le acompaña de verbalizaciones como por ejemplo: “Jose señala”, e inmediatamente darle lo que ha señalado. Esto debe ocurrir rápidamente. El objetivo esencial, en este paso, es que el niño adquiera experiencia de que el adulto responderá espontáneamente a lo que desea conseguir. 

Señalar para escoger: 

Una ver que el niño se ha acostumbrado a señalar a distancia, podemos plantearnos la enseñanza de un tercer paso en el que enseñamos al niño la conducta de señalar para escoger de varias opciones o alternativas. Para ello hay que proporcionarle oportunidades de que haga elecciones. En la media en que a la conducta de señalar, le damos un sentido de competencia para negociar con los adultos, se mejora la comprensión de lo que es comunicación. El hecho de que el niño pueda conseguir negociar debe ser una de las máximas prioridades para establecer la calidad de este tipo de comunicación. 

Señalar y hacer uso de la mirada: 

Una ver que el niño ha adquirido la conducta de señalar, debemos colocar nuestra cara en línea con sus ojos para establecer contacto ocular. Debemos mostrarnos perseverantes porque señalar no es un gesto real a menos que se constituya en un mensaje para alguien, y mirar al adulto es lo que demuestra que este mensaje es para el adulto. 
En este paso es importante recompensar, dándole lo que señala, tanto por señalar como por hacer uso de la mirada al mismo tiempo. Es conveniente, por tanto, esperar uno o dos segundo hasta conseguir la mirada.

Señalar y usar sonidos o palabras: 

En este último paso es conveniente reducir el número de objetos para no confundirle con demasiadas palabras, especialmente si todavía no hay lenguaje. 
Cuando le proporcionamos un objeto que previamente ha señalado estableciendo contacto ocular, debemos nombrar el objeto muy claramente. Tenemos que decidir previamente sobre qué conjunto de palabras se va a trabajar, en especial, si más de una persona está enseñando al niño, y por supuesto, si algunos de los objetos favoritos del niño no tienen nombre obvio. Es importante ser muy consistente en esta etapa. 
Cómo hacer. debemos esperar uno o dos segundo para darle tiempo a responder. Aunque el adulto desee que el niño imite la palabra, puede que el niño no esté preparado para ello. Debemos sentirnos satisfechos, al principio, con un sonido o simplemente una imitación del movimiento de los labios. Gradualmente el sonido será cada vez más parecido a la palabra que estamos usando o incluso la palabra misma.

Extraido del hermoso blogs La princesa de las alas rosas 

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