ENSEÑANDO A
SEÑALAR.
La conducta de señalar es el primer gesto
verdadero que tiene extraordinaria importancia en comunicación porque tiene
características de ser intencional, intersubjetivo y simbólico.
La enseñanza de la conducta de señalar equivale
a mejoras en la conducta, y calidad, comunicativa de los niños.
Mediante la conducta de señalar el niño puede:
1. Atraer la atención de los demás sobre objetos
o acontecimientos que previamente han interesado al niño.
2. Comprender el significado de este gesto
cuando lo hacen los demás y seguir con la mirada la dirección que marca el
adulto.
3. Utilizar conductas de contacto acular
coordinadas con los gestos, en qué se combina la atención con la otra persona.
4. La acción gestual del niño está abierta a la
intervención de otra persona, y mediante su mirada hace explícito, por un lado,
a qué persona va dirigido el gesto y, por otro hacia qué objeto quiere que se
oriente esa persona.
5. comprender que, para que sea efectivo, el
adulto tienen que verlo.
-Algunas razones para enseñar a señalar al niño
pequeño con T.G.D.:
Los niños con T.G.D., tienen dificultades con
todos los códigos de comunicación, no sólo con el habla, sino también con los
códigos no verbales, entre ellos la expresión facial y el contacto ocular.
Una de las razones más importantes para enseñar
la conducta de señalar es que podemos conseguir que el niño se dé cuenta que la
comunicación (hacer señales a otras personas) puede serle muy útil y
proporcionarle satisfacciones de sus deseos.
La conducta de señalar proporciona al niño la
señal más fácil que le posibilita para obtener resultados rápidos. Podemos
ayudarle a dominar un gesto con esa característica. La manera más eficaz de
conseguir estos resultados es atenderle significativamente cada vez que señala.
El dominio de un gesto tan versátil como la
conducta de señalar, que puede ser usado en distintas situaciones, facilita que
el niño indique lo que desea sin necesidad de recurrir a signos o palabras.
El niño puede usar efectivamente el gesto de
señalar incluso cuando no sabe que los objetos tienen nombres. La enseñanza de
signos o palabras exige ese conocimiento previo.
Al igual que ocurre durante el primer año de
vida en el niño normal, los gestos, las expresiones faciales y la mirada deben
constituir algunos de los procedimientos más importantes empleados por el niño
pequeño con autismo para especificar sus intenciones.
Sólo usándolo se puede aprender a usar el gesto
de señalar.
Los adultos van a atender y entender de forma
más inmediata y efectiva las demandas del niño pequeño con autismo en cualquier
situación.
La conducta de señalar prepara, y puede
facilitar, al niño para el mundo de las palabras y para un vocabulario amplio y
variado. Es un medio efectivo de
conseguir, de manera relativamente temprana, que el niño pequeño con autismo
aprenda a regular la conducta de los adultos que le rodean y, en la mediad de
sus posibilidades, a mostrar conductas comunicativas más relevantes como las
conductas de atención conjunta.
-Secuencia de pasos en la enseñanza de la
conducta de señalar
Ésta secuencia establece cinco momentos de
enseñanza, (Elizabeth Newson, 1998):
Tocar señalando:
El objetivo esencial es que el niño se
acostumbre y, por tanto, llegue a adquirir el hábito de conseguir lo que desea
mediante el acto de tocar-señalar. Esto ayudará al niño a ser más consciente de
su dedo índice.
Debe modelarse la conducta de señalar mediante
el uso del índice. El modelamiento se debe hacer sin forzar y de forma rápida
pero consiguiendo que el niño toque la imagen o objeto en cuestión. Es más
importante tocar que nombrar.
Señalando a distancia:
Es un gesto más abstracto y con un contenido más
social en la medida en que puede ser usado para solicitar ayuda.
Para su enseñanza deben escogerse objetos
atractivos y que el niño pueda ver fácilmente a poca distancia; pero que no
pueda alcanzar.
Esperamos que intente alcanzar uno de los
objetos. En ese momento, tomamos su mano y modelamos conducta de señalar (sin
tocar el objeto). Se le acompaña de verbalizaciones como por ejemplo: “Jose
señala”, e inmediatamente darle lo que ha señalado. Esto debe ocurrir
rápidamente. El objetivo esencial, en este paso, es que el niño adquiera
experiencia de que el adulto responderá espontáneamente a lo que desea
conseguir.
Señalar para escoger:
Una ver que el niño se ha acostumbrado a señalar
a distancia, podemos plantearnos la enseñanza de un tercer paso en el que
enseñamos al niño la conducta de señalar para escoger de varias opciones o
alternativas. Para ello hay que proporcionarle oportunidades de que haga
elecciones. En la media en que a la conducta de señalar, le damos un sentido de
competencia para negociar con los adultos, se mejora la comprensión de lo que
es comunicación. El hecho de que el niño pueda conseguir negociar debe ser una
de las máximas prioridades para establecer la calidad de este tipo de
comunicación.
Señalar y hacer uso de la mirada:
Una ver que el niño ha adquirido la conducta de
señalar, debemos colocar nuestra cara en línea con sus ojos para establecer
contacto ocular. Debemos mostrarnos perseverantes porque señalar no es un gesto
real a menos que se constituya en un mensaje para alguien, y mirar al adulto es
lo que demuestra que este mensaje es para el adulto.
En este paso es importante recompensar, dándole
lo que señala, tanto por señalar como por hacer uso de la mirada al mismo
tiempo. Es conveniente, por tanto, esperar uno o dos segundo hasta conseguir la
mirada.
Señalar y usar sonidos o palabras:
En este último paso es conveniente reducir el
número de objetos para no confundirle con demasiadas palabras, especialmente si
todavía no hay lenguaje.
Cuando le proporcionamos un objeto que
previamente ha señalado estableciendo contacto ocular, debemos nombrar el
objeto muy claramente. Tenemos que decidir previamente sobre qué conjunto de
palabras se va a trabajar, en especial, si más de una persona está enseñando al
niño, y por supuesto, si algunos de los objetos favoritos del niño no tienen
nombre obvio. Es importante ser muy consistente en esta etapa.
Cómo hacer. debemos esperar uno o dos segundo
para darle tiempo a responder. Aunque el adulto desee que el niño imite la
palabra, puede que el niño no esté preparado para ello. Debemos sentirnos
satisfechos, al principio, con un sonido o simplemente una imitación del
movimiento de los labios. Gradualmente el sonido será cada vez más parecido a
la palabra que estamos usando o incluso la palabra misma.
Extraido del hermoso blogs La princesa de las
alas rosas
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