La merienda es un momento de DESCANSO en el que los niños se relajan y saborean la merienda que les mandaron sus familias.
También es un momento en el que interactúan con otros niños, se echan unas risas, se levantan (aunque no deberían) y hablan de sus cosas. ¿Para qué entorpecer ese momento con nuestras pesadas instrucciones?
3. Si nos sentamos cerca de él, los demás niños nos vendrán a hablar (eso sucede mucho en el momento de la merienda) y así estaremos con todos a la vez. Muchas veces (sobre todo a principio de curso) los niños venían y me decían: yo también meriendo lo mismo que Gael... O venían a contarme algo y se fijaban en lo bien que se portaba Gael.
4. Podemos aprovechar el momento para merendar nosotros también. Si en 3 años al principio se hace difícil, la cuidadora puede venir el tiempo que nos lleva abrir las meriendas y luego marcharse.
Para concluír: si podemos prescindir de una cuidadora para la merienda es muchísimo mejor merendar nosotros con los niños, estrechar lazos, compartir ese momento de relajación y felicidad. Y por una vez no ser la profesora pesada que manda hacer esto o lo otro, sino ser la profe que da cariño, que también come, que habla, que abraza, que sonríe,... Para que todos estemos como en casa.
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